UNA NOTA SALUBABLE/Carlos Basanta (*) |
lunes, 09 de agosto de 2010 | |
La educación del diabético El pasado 7 de agosto el laboratorio Sanofi Aventis organizó un evento que denominó La primera reunión de expertos en diabetes oriente sur, una variedad de temas interesantes y unos ponentes de grandes ligas, encabezados por el Dr. Armando Pérez Monteverde y las doctoras Yemina Figuera, María Zuniaga, Rosa María Gil y María Esperanza Velásquez muy buenas las conferencias y extraordinario el compartir en el catamarán en aguas del Caroní con bautizo incluido en el salto La Llovizna que muchos de los asistentes no se esperaban. Académicamente llenó las expectativas de los que asistimos; un paseo de actualización en materia de tratamiento tanto oral como de insulina, refrescamos algunas herramientas necesarias para el control del paciente; pero en diabetes más que hablar de tratamiento debemos hablar de manejo integral donde la importancia de un esquema nutricional adecuado y un régimen de ejercicios individualizado se complementan con las medicinas, lo cual requiere para su éxito, de un contrato, de una sintonía entre el paciente, familiares y médicos, que sólo se puede alcanzar con una verdadera estrategia educativa; que algunos han denominado educación diabetológica. Muchos han sido los avances en materia de medicamentos para disminuir los valores de azúcar en la sangre, nuevas insulinas y cómodas formas de administración, sin embargo los estudios siguen demostrando que el porcentaje de pacientes que logran el control de sus cifras de glicemia, no sólo en Venezuela sino en el mundo, no pasan del 20% de los pacientes diagnosticados, 80 pacientes de cada 100 diabéticos no logran la normalización de sus cifras. Pero no debemos olvidar la gran cantidad de pacientes diabéticos no diagnosticados, lo cual ensombrece mucho más el pronóstico de una enfermedad con gran impacto social por su gran tendencia a las complicaciones invalidantes en diferentes esferas, que representan un enorme costo socioeconómico, no sólo por el gasto que en materia de salud pública implica, sino también por la cantidad de individuos no productivos que la diabetes va dejando a su paso. Los que tenemos trato a diario con los pacientes diabéticos no podemos más que sorprendernos de la poca información real que tiene el paciente, la cual generalmente es a predominio de las creencias populares, que en buena parte han obstaculizado el control de muchos de ellos; pero haciendo una introspección, la responsabilidad nuestra como médicos mayormente por omisión ha sido importante, sin olvidar la responsabilidad institucional en ese sentido, que ha debido asumir el liderazgo de la formación diabetológica de todo el equipo de salud, y eso incluye a los gremios por su descuido en ese proceso de educación continua de sus afiliados. La dirigencia sanitaria del país no ha querido reconocer que la tendencia epidemiológica ha dado un vuelco mayúsculo a predominio de los malestares crónicos, como los trastornos cardiovasculares y la diabetes, principales causas de muerte del venezolano. Existe un programa para tal fin, pero los recursos humanos y materiales están atomizados; nos falta una integración de todo el sistema de salud en función de esta realidad epidemiológica, sin dejar de actuar en los otros frentes por supuesto. La cantidad de profesionales que trabajamos con diabetes es insuficiente, afortunadamente las sociedades médicas han entendido esta situación y ejemplo de ello es Fenadiabetes que ha venido capacitando recursos humanos para el manejo integral y la educación en diabetes; y en Ciudad Guayana podemos dar fe de ello, hemos logrado una integración de trabajo mancomunado entre esa federación y el programa institucional, pero aún es insuficiente. La cantidad de pacientes en las consultas, impide que se le dedique el tiempo necesario para la educación del paciente, tiempo para romper los mitos, quebrar las resistencias psicológicas que ello implica al tratamiento. Todo, los cambios en el estilo de vida, los medicamentos, sus interacciones y sus efectos adversos, la forma de colocación y las dosis de insulina, integradas a la rutina y cambios circunstanciales del paciente, requieren una educación y capacitación individual. La educación diabetológica es un problema de Estado, educar para prevenir el padecimiento y evitar las complicaciones debe ser un compromiso político de todo un país. Píldoras de tu médico - En cada ambulatorio debe haber un médico capacitado en diabetes y en el Distrito Sanitario II a través del proyecto Caremt con sede en Ciudad Guayana estamos en el proceso de formación de ese recurso, la experiencia de contar con una educadora en diabetes en el programa ha sido fructífera, pero una sola golondrina no hace verano. - Afortunadamente la estrategia de los Clubes de Diabéticos ha contribuido a la educación de los pacientes adscritos, debemos profundizar en la formación de más grupos de esa naturaleza. - El llamado a los médicos es a complementar el tratamiento con la educación, porque de ello depende su triunfo como terapeuta en diabetes. Vacunas contra el estrés - Cené huevos, y a media noche sentí como una patada en el hígado. - Te fue bien.... le dice el médico, ¿qué tal si hubieras comido hígado? En la consulta del psiquiatra: - Doctor, cada noche tengo el mismo sueño: empujo una puerta con una palabra escrita encima. Empujo, empujo y empujo, pero nunca consigo abrirla. - ¿Y qué hay escrito en la puerta? - "HALE". -oOo- Llega un tipo al consultorio de un médico visiblemente molesto y le dice a la recepcionista: - Señorita, ¡¡¡vengo a ver al doctor Torras!!! - ¿Tiene hora? - Sí, son las 3:30. - No, señor, si tiene cita con el médico. ¿Es usted paciente? - ¿Que si soy paciente? Hace tres meses que estoy esperando que me pague el arreglo que le hice a su carro. ¿No le parece a usted que sea paciente? Hasta nuestro próximo contacto. (*) Médico. Magíster en Salud Pública basanta@cantv.net www.drcarlosbasanta.es.tl Twitter: @drcarlosbasanta CORREO DEL CARONI http://www.correodelcaroni.com/content/view/159192/107/ |
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