SILVIA CAMPOS La mayor parte de las frases tienen dos niveles de significado. El primer nivel es la información básica que se comunica con palabras y oraciones gramaticales. El segundo, llamado metamensaje, comprende las actitudes y los sentimientos de la persona que comunica. El metamensaje está formado por el ritmo, el tono y los modificadores verbales.
Los metamensajes son los responsables de la mayor parte de los conflictos entre las personas. En el primer nivel una frase puede ser lógica y razonable, pero en lo profundo del segundo nivel puede indicar agresión o culpa. Una frase aparentemente sencilla, como "intento ser amable", puede cambiar completamente su significado si le añadimos un modificador verbal, como el adverbio "sólo". La frase "Yo sólo intento ser amable", dándole énfasis tonal ascendente a "sólo" adquiere un significado muy diferente, ya que transmite la idea de que nos ponemos a la defensiva y sacamos las garras para atacar. Y además lo hace de una manera completamente subliminal de la que es muy difícil defenderse.
La frase "son las diez de la noche", adquiere otro significado muy distinto si le añadimos el modificador "ya". "Ya son las diez de la noche", con tono ascendente en "ya", indica una información en el nivel de las palabras, pero tiene un significado de enfado o de crítica en el nivel de metamensaje.
¿Cómo detectar los metamensajes propios y los de los demás? Hay que atender, en primer lugar, al ritmo y al tono y, en segundo lugar, a los modificadores verbales.
Ritmo y tono
Las frases dichas por robots o por máquinas no tienen metamensajes, ya que carecen de énfasis, no tienen ritmo ni tono. Si acentuamos, sin embargo, una o varias palabras de una frase, lo que transmitimos es nuestro estado emocional. Si decimos "un momento, por favor" y no acentuamos ninguna de las palabras, la frase indica simplemente una información. Pero si acentuamos la palabra un indicamos molestia, si acentuamos la palabra momento...
Los metamensajes son los responsables de la mayor parte de los conflictos entre las personas. En el primer nivel una frase puede ser lógica y razonable, pero en lo profundo del segundo nivel puede indicar agresión o culpa. Una frase aparentemente sencilla, como "intento ser amable", puede cambiar completamente su significado si le añadimos un modificador verbal, como el adverbio "sólo". La frase "Yo sólo intento ser amable", dándole énfasis tonal ascendente a "sólo" adquiere un significado muy diferente, ya que transmite la idea de que nos ponemos a la defensiva y sacamos las garras para atacar. Y además lo hace de una manera completamente subliminal de la que es muy difícil defenderse.
La frase "son las diez de la noche", adquiere otro significado muy distinto si le añadimos el modificador "ya". "Ya son las diez de la noche", con tono ascendente en "ya", indica una información en el nivel de las palabras, pero tiene un significado de enfado o de crítica en el nivel de metamensaje.
¿Cómo detectar los metamensajes propios y los de los demás? Hay que atender, en primer lugar, al ritmo y al tono y, en segundo lugar, a los modificadores verbales.
Ritmo y tono
Las frases dichas por robots o por máquinas no tienen metamensajes, ya que carecen de énfasis, no tienen ritmo ni tono. Si acentuamos, sin embargo, una o varias palabras de una frase, lo que transmitimos es nuestro estado emocional. Si decimos "un momento, por favor" y no acentuamos ninguna de las palabras, la frase indica simplemente una información. Pero si acentuamos la palabra un indicamos molestia, si acentuamos la palabra momento...
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