Las horas que se pasa sentados podrían estar aumentando el riesgo de cáncer, igual que el tiempo que se pasa haciendo ejercicio puede reducir el riesgo, según una investigación reciente.
“Ahora podemos decir que hay evidencia convincente de que ser físicamente activo reduce el riesgo de contraer cáncer de colon y de mama”, aseguró Christine Friedenreich, investigadora epidemióloga principal de Atención del Cáncer de los Servicios de Salud de Alberta en Calgary, Canadá.
“No es suficiente simplemente cumplir con las directrices de actividad física, como hacer 150 minutos de ejercicio a la semana”, añadió. “Si uno pasa el resto del tiempo sentado, por ejemplo delante de una computadora, quizás haya un problema”.
El ejercicio regular puede reducir el riesgo de cáncer de colon en hasta 35 por ciento, señaló Friedenreich. “Se trata de una respuesta a la dosis, o sea que más actividad física reduce más el riesgo”, comentó Friedenreich. Lo mismo ocurre con el cáncer de mama, en que el ejercicio puede reducir el riesgo en hasta 25 por ciento.
Una experta aseguró que los nuevos hallazgos respaldan una conexión entre los estilos de vida sedentarios y el cáncer.
La Dra. Freya Schnabel, directora de cirugía del seno del Centro Médico Langone de la NYU en la ciudad de Nueva York, apuntó que “comienza a haber evidencia de que la forma en que la obesidad aumenta el riesgo de cáncer es a través de un aumento de la inflamación en el organismo. Al hacer ejercicio, los marcadores de inflamación se reducen, lo que podría reducir el riesgo de cáncer”. Pero enfatizó que se necesita más investigación para clarificar estas relaciones.
Friedenreich se mostró de acuerdo. Aunque hay una conexión bien establecida entre la falta de ejercicio y un mayor riesgo de enfermedad cardiaca, la asociación entre un estilo de vida sedentario y el cáncer es un hallazgo relativamente nuevo que amerita mayor investigación, dijo.
Friedenreich, que ha estudiado la relación entre el ejercicio y el cáncer durante años, presentó los hallazgos el jueves en la conferencia anual del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (American Institute for Cancer Research, AICR) en Washington, D.C.
En su trabajo más reciente, Friedenreich y colegas hallaron una asociación entre el ejercicio y una reducción en los marcadores de inflamación, como la proteína reactiva C, lo que podría explicar la forma en que el ejercicio reduce el riesgo de cáncer de mama.
Hasta el momento, no hay evidencia concluyente de que los aumentos en esos marcadores de inflamación realmente causen cáncer o incrementen el riesgo de desarrollar la enfermedad, anotó Friedenreich. Comentó que probablemente se trate de un proceso mucho más complejo.
“Son muchos mecanismos distintos que tienen un impacto”, aseguró. “Creemos que probablemente hay vías a través de la grasa corporal, las hormonas y la resistencia a la insulina. La inflamación es una forma en que el cáncer se ve afectado. No diría que es la principal, solo una de las vías”.
El estudio también aparece en la edición de octubre de la revista Cancer Prevention Research.
La falta de ejercicio no es lo único que aumenta estos marcadores de inflamación. Simplemente estar sentado mucho tiempo o llevar un estilo de vida sedentario podría tener el mismo efecto. La presentación de Friedenreich también describe hallazgos de un estudio que apareció por primera vez en 2009 en la revista British Journal of Sports Medicine. Éste sugería que simplemente estar sentado viendo tele le quita años a la vida.
Para contrarrestar el riesgo de llevar una vida sedentaria, Friedenreich sugiere el ejercicio regular. Pero también sugiere que descansar de estar sentado, sobre todo en el trabajo, ayuda a reducir la inflamación y también el riesgo de cáncer.
“Un exceso de tiempo sentado y una conducta sedentaria en realidad aumentan el riesgo de cáncer”, planteó. “Algunos de los mecanismos parecen ser los mismos que para la falta de actividad física. Si puede dividir el tiempo que pasa sentado, incluso un poco, eso puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer”, aseguró Friedenreich.
Los expertos calculan que las personas están sentadas 15.5 horas cada día, lo que incluye las comidas, el desplazamiento hasta y desde el trabajo o la escuela, trabajar en la computadora y ver televisión. Los empleados de oficina pasan el 75 por ciento del tiempo sentados.
“Para mí está claro que nunca es demasiado tarde” para comenzar a hacer ejercicio y reducir el riesgo de cáncer, señaló Friedenreich. “Cualquier cosa que se pueda hacer por mantener un peso corporal sano, sobre todo cuando ya no se es joven, reduce el riesgo de cáncer de colon y de mama”.
Por supuesto, las personas que llevan vidas sedentarias también están en riesgo de otros hábitos malsanos que pueden llevar a la obesidad, un factor de riesgo conocido de algunos cánceres. Además, las personas sedentarias quizás no coman los alimentos más saludables, lo que también aumenta el riesgo de algunos cánceres, señalan los expertos.
La Dra. Stephanie Bernik, jefa de oncología quirúrgica del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, comentó que “sabemos que el ejercicio es bueno para mantener un peso corporal sano”.
Pero no se sabe si reducir los marcadores de inflamación en el organismo realmente reduce el riesgo de cáncer, apuntó.
“Las cosas que son buenas para uno en general parecen ser buenas en términos de la reducción del riesgo de algunos cánceres”, dijo Bernik.
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